Hoy el país se reviste de un halo de consternación a causa de la espeluznante cifra de mujeres asesinadas por violencia machista.
De hecho esta mañana he escuchado en la radio que, (como ahora en 2017 sí tenemos ministros en plena potestad de facultades) los de Sanidad, Interior y Justicia se van a reunir para abordar el problema que tanto nos rechina a todos. Aplausos...
No sé si reír o llorar ante la noticia.
Espero que las víctimas se sientan algo compensadas ante tan noble convocatoria ministerial y sientan que su muerte al menos, no ha sido en vano como lo ha sido la muerte del resto de mujeres que esta cultura machirula nos estampa todas las semanas en las narices.
Para aquellas personas ignorantes (ignorantes porque se ignora la realidad y la verdad al detalle) que piensan que los asesinos son locos de atar y gente con problemas psiquiátricos es imprescindible hacer llegar a la voz de ¡YA! la verdadera noticia, la auténtica información: y es que vivimos en un caldo de cultivo para la violencia hacia las mujeres. No son locos, son gente normal y corriente que se vuelve loca cuando ve que su posesión (su pareja), se le va de las manos, empieza a pensar por sí sola y quiere libertad.
¿y cómo hemos llegado hasta aquí? ¿qué se puede hacer?
Os voy a contar algunas cosas de lo que puedo conocer por el mundo en el que me muevo y donde trabajo, en una confederación de asociaciones de mujeres del medio rural.
El pasado sábado, se celebró un encuentro superimportante, a nivel estatal, de asociaciones, plataformas y colectivos de mujeres para realizar un informe sombra al informe oficial que tiene que presentar España ante la CEDAW.
Practicamente ninguna persona de perfil normal, de cultura media conoce lo que es esa palabra ¿verdad? Pues bien, la CEDAW es la convención adoptada por Naciones Unidas en 1979, en la que los 187 Estados que la han ratificado -entre ellos España- condenan la discriminación contra la mujer en todas sus formas. Con ello se comprometen a crear y seguir por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas encaminadas a eliminar cualquier tipo de discriminación contra las mujeres tomando las medidas necesarias a todos los niveles del Estado.
Que la sociedad civil haga "informes sombra" es un mecanismo reconocido por la ONU y que dota a los informes y a la CEDAW, de mayor democracia.
El caso es que, en los medios de comunicación no hubo absolutamente nada de repercusión sobre esta cita que congregó a más de 150 mujeres y que representan a 280 organizaciones de todo el Estado. ¿A quién le importa, verdad?
Pues las allí reunidas estuvimos trabajando y estudiando en profundidad la situación de las mujeres en España con estadísticas y poniendo sobre la mesa realidades que conocemos de primera mano, no con el fin de denunciarlas y quejarnos o lamentarnos y darnos pena. Con el objetivo firme de construir una estrategia de incidencia política para salir del hoyo o mejor dicho, para evitar que no haya ninguna más que vaya al hoyo.
Así, el principal tema a trabajar era la violencia de género y la situación de las mujeres refugiadas en España. porque nosotras no nos quedamos en un tweet bonito con una foto y una frase memorable cuando nos encontramos una nueva asesinada. Queremos acción y proponemos soluciones.
De las muchas notas que recogí quiero poner el énfasis en la PREVENCIÓN. ¿hablarán de eso hoy los ministros? mmm...
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1. La descoordinación, mata: existen diferentes instituciones y organismos para trabajar en la misma temática, la atención a víctimas de violencia, en las ciudades y en los pueblos. Entre ellas no se coordinan. El personal ni se conoce ni tiene los mismos expedientes o informes. Cuando una mujer pide asistencia tiene que contar la historia en cada punto de referencia partiendo de 0. En una oficina no saben lo que ofrece la otra y no tienen referencia de todos los recursos existentes en su zona de actuación. Clama al cielo.
2. Los profesionales de los medios de comunicación no tienen formación a cerca de la materia. En las facultades de ciencias de la información no se trabaja la sensibilización hacia el problema y se aborda de cualquier manera. No lo digo sólo por el lenguaje, (que podría ser mucho más inclusivo y visibilizar quién es quién y qué hace cada cual), sino porque creemos que desde la comunicación, se podría trabajar mucho más por una sensibilización y prevención de la violencia, más allá de informar de las noticias de sucesos. Cuando se dan cifras de cualquier tipo de información, que se den con disgregación de sexo, por ejemplo, sería un gran avance.
3. Educación, educación y después, educación. Ahí está la raíz. Educación para todos y para todas. Esta mañana todos nos lamentamos por las víctimas. Me pregunto si los ministros en su reunión de hoy van a abrir la cartera y le van a tirar de las orejas al otro ministro, al de mi tierra, a Montoro, para que se saque de los presupuestos una partida que nos ponga orgullosos, destinada a combatir y trabajar por la violencia.
En educación la situación es lamentable: los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no están lo suficientemente formados. Sólo existen casos ejemplares de cursos de igualdad de género, que son los que salen en los periódicos, pero las cifras dan pena. Un porcentaje muy pequeño reciben instrucción y formación sobre la violencia y para su prevención. Cuando una mujer denuncia, el personal con el que se encuentra, no siempre está preparado y no sabe tratar a una víctima. Es imprescindible la sensibilización.
Una mujer u hombre al que se le está aplicando la Ley de extranjería debe de encontrarse con personal con capacidad de detectar posibles casos de violencia de género. Una mujer debe de encontrar un médico de cabecera capacitado/a para detectar su situación...
5. Presupuestos.Los recortes han hecho que se cierren pisos tutelados, y al contar con menos recursos también han disminuido las órdenes de protección para las mujeres, por no hablar de los recortes en esa formación tan sumamente necesaria para el personal que trata de manera directa con las mujeres.
Qué bonito sería ver libros con lenguaje inclusivo, con fotografías de hombres ilustres, pero también de mujeres que han construido nuestra historia. Hace poco ha habido una campaña por la ciencia con mujeres en educación que decía: "Más Marie Curie y menos Newton".
La LOMCE se ha cargado el mandato de la Ley de Igualdad que instaba a la formación para el personal jurídico.
4. Los recortes impiden que desde una institución se pueda hacer todo el seguimiento y el protocolo de asistencia a una víctima desde el inicio. Además, los protocolos son dificultosos. Hay que simplificarlos.
5. Luchar contra la impunidad. Un maltratador debería quedar aislado de la sociedad. En nuestro país, el maltrato se normaliza. Convivimos con él y no somos capaces ni de detectarlo. "Pobre diablo", decimos de un novio maltratador. Yo digo "al ladrón!" pues mañana te puedes encontrar a tu hija en una cuneta. Y es que no tenemos formación y no sabemos que hay que apuntarles con el dedo, aislarles y denunciarles.
6. Formación en igualdad. Desde la cuna educar a los niños en nuevas masculinidades. Los chicos sí lloran, los chicos sí limpian, los chicos sí dan biberones y además, son felices por ello. Que mi hija no vuelva a entrar a casa de un amigo con ganas de jugar al futbolín y no le digan: "eso es de chicos".
7. Educación desde la transversalidad. La igualdad y la violencia no es una unidad didáctica en un libro para cumplir con un programa educativo. Debe estar en el fondo de todo el sistema educativo. Yo no te voy a decir que sea violencia que las niñas lleven falda en los uniformes, pero desde luego, discriminación sí que es. Que van monísimas, no lo niego, no estoy ciega. Pero que se suben peor al columpio y tienen que estar teniendo cuidado de que no se le vean las bragas, también. Y ya empezamos con "ten cuidado que eso no lo hace una niña" desde pequeña y así, así... y sin darnos cuenta, con 15 años tenemos una bulímica o un cualquier otro problema (es un ejemplo, llámame exagerada, pero que se lo cuenten a una madre de una niña con problemas).
Si juntamos 1+1+1+1+1+1+1+1 detalle que se viven a diario en todas las vidas de todas las personas se hace una montaña grande grande grande cuya puntita es... EL ESCÁNDALO DE LOS ASESINATOS. Que no se piense nadie que un asesinato de violencia de género sale como los champiñones de la noche a la mañana. Es todo un trabajo orquestado. El problema es que lo tenemos normalizado y oculto en nuestra vida y no lo detectamos.
9. Algunos deportes normalizan la violencia y no decimos nada. Algunas fiestas promulgan la violencia y no decimos nada. Sólo lo decimos las mismas de siempre. ¿dónde han quedado las violaciones de las chicas en los sanfermines? Ah! Claro! la culpa la tenían ellas que iban muy lijeritas vestidas... y que se vuelva a contratar y que vuelva a jugar en un estadio un hombre que ha sido condenado por malos tratos... me parece infame. Habiendo tanta gente buena en el paro...
Sólo quiero poner sobre la mesa algunas de las muchas cuestiones que se podrían trabajar con voluntad. Espero que los ministros den la vuelta y nos miren de frente a todas las que estamos preocupadas. Tenemos formación, somos mujeres que hemos estudiado, abogadas, juezas, médicos, trabajadoras sociales que estamos junto a las víctimas. No tiñáis nuestro nombre de "feministas radicales" para ponernos en contra de la opinión pública. Ser feminista es una noble tarea de trabajo por los derechos humanos (lo dice la ONU). Para que todos los seres en la tierra puedan vivir en las mismas condiciones. No tergiverséis la verdad a vuestro antojo.
En el feminismo, en el pacifismo, en la maternidad y en el amor, lo más loable es ser radical, no cabe otra opción. Para amar a medias, mejor se queda una en su casa.
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