PUNCHI´S CORNER


Hablo desde el corazón y por la necesidad, como plumilla, de hacerlo. Para compartir una nota, una ilusión, un comentario. Periodista de título, con la lucha por la igualdad como profesión, pretendo compartir reflexiones y análisis de lo divino y lo humano desde la humildad de ser una persona anónima y la consciencia de que hay blogs mucho más profesionales y trabajados, aunque todos tenemos derecho a ejercer la libertad de expresión y las nuevas tecnologías lo facilitan.
Maternidad, alimentación, vida sana, moda, estilo de vida, política, cosas bonitas... Un poco de todo con afán de compartir.

martes, 24 de enero de 2017

PRECIOSO ENERO

El pobre mes de enero tiene todas las malas famas del mundo. Empezamos el día 1 con resaca y al sexto día casi estragados ya con la traca final del roscón de Reyes. Me parece un pastel sencillo y delicioso.
Luego la depresión por volver a la rutina y al trabajo con sus madrugones, la lista de la compra y la plancha que rebosa de su respectivo cesto. Y para colmo, el bolsillo tiritando y el cuerpo también, porque en enero es cuando se manifiesta el invierno en su plenitud y vienen las nieves, el frío pelón y las pocas ganas de asomar la nariz a la ventana.
Tópicos y cotidianeidades que cada cual vive a su manera.
Sin embargo para mí es un mes espectacularmente bonito.
Tenemos la lista de propósitos recién inaugurada. Este año yo busco un lugar para pilates y también quiero salir a andar, a ver si con el tiempo, me añado al running que es bien sano y barato. La ilusión por retomar las dietas sanas buscando recetas buenas con los productos del invierno: la alcachofa, el repollo, el rábano, los zumos de naranja matinales y como no, los caldos y las sopitas calentitas para "arreglarnos el cuerpo". ¡Hay que depurarse de los excesos! pero yo lo asumo con alegría al ver los signos de la salud en mi cuerpo y no lo digo sólo en los kilos. Una buena digestión es sinónimo de dormir bien, una buena hidratación da buena cara.
Y como no: los reyes. Libros para devorar, fundas nórdicas para estrenar, ropa bonita y juguetes para jugar con Ana! Qué ilusión!

Hay que reorganizar los armarios porque con tantas cajas nuevas, el espacio se ve abocado a su reestructuración y a mí me relaja ordenar armarios una barbaridad.
Lo único que no me ha gustado este año ha sido que he acumulado mucha plancha y encima se me ha roto la que teníamos!
Y a 8 días de los reyes ¡el cumple de la peque! Bueno, como ya hice mi particular análisis en otro post, no voy a detenerme mucho más. Sólo digo que doy fe a una de las frases más típicas de los padres: "su felicidad es la mía".

En cinco días de distancia viene mi cumpleaños. Otro subidón. Este año tranquilito ha sido. He estado trabajando y como no, recibiendo mensajillos y llamadas de la gente que me quiere. Te das cuenta en estos días de toda la energía de amor que se mueve alrededor de tí. Muy bonito.
Este año he pedido a mi madre que se viniera a estar en mi cumple y me ha dado el gusto.
Así es que en enero, encima estoy con ella una semana, con los chascarrillos, las recomendaciones y las batallitas. A los hijos, a cualquier edad, nos gusta oler a nuestras madres, escucharles su voz, observar sus gestos típicos y sentirles. Y si ya tu hija está flipada porque está aquí su abuela y va a por ella al cole como todas las otras abuelas y se sienta con ella a ver una peli y le dice "te quiero", pues poco más que añadir.

Y de postre, te das cuenta ya, a eso del 24 de enero, que estas entrando a trabajar a las 8 am y... ¡sorpresa! ya clarea el cielo. Y regresas del colegio, te paras a jugar un rato y... es de día!
A mí me encanta sentirme parte de la naturaleza y participar de ella, observar estos pequeñas manifestaciones de su grandeza: a pesar de todo, siempre volverá a repetirse el ciclo. Justo el 7 de enero de este año falleció el padre de una amiga mía que siempre siempre decía: "en Reyes, les ven los bueyes" mencionando al paulatino alargamiento de las horas de luz. No lo voy a negar, el frío es desagradable pero ahí están esas señales. En tres semanas esos árboles pelados que nos muestran su cruda cara empezarán a apuntar brotes verdes. Mientras, habrá que disfrutar de las mantas en el sofá, de los cocidos y de los chocolates calientes.

Qué quieren que les digan, que por muy mala fama que tenga el mes de enero, a mí no me lo parece tan deprimente. Todo es cuestión del color del cristal con que se mire.

lunes, 16 de enero de 2017

CUANDO ERES MADRE...

El sábado cumplió nuestra Ana Belén 4 años. Lo que siento son muchas cosas y la verdad, todas buenas. Es una sonrisa lo que me sale a la cara y al corazón. Y precisamente hoy me armo de valor por el tiempo que voy a dedicar a escribir este post porque quiero que quede constancia para la posteridad y supongo que dentro de 20 años nos hará ilusión leeerlo y ver cómo nos encontrábamos.
cuando llega este día ahora que ya es consciente, lo que quiero es que viva un día especial, que se sienta la protagonista y sea feliz haciendo lo que más le gusta.
Por eso con cuatro añitos ya, entiendo que lo que más quería era jugar y divertirse con sus amiguitos. Y así lo dispusimos siempre teniendo en cuenta que es el primer año de cole y aún las relaciones se están construyendo y no íbamos a invitar a nadie que no fueran amigas fijas para generar compromisos. Luego estarían las personas que como siempre, nos acompañan, nos apoyan, nos dan fuerza y amor en nuestra vida como familia en Madrid, sin tener a los padres ni hermanos cerca, ni a los amigos de toda la vida. Aunque yo sé que los/las amigos/as de Madrid dentro de 20 años serán entonces, los de toda la vida y a día de hoy, por quererme, les adoro.
En los 3 cumpleaños siempre hemos sido los mismos, y por algo será! Esa también es para mí una bonita fiesta que celebrar. Porque luego el año, son 365 días, y cada uno/a de los/as asistentes, nos complementan de alguna manera.
El día del cumple no era la fiesta y nosotros quisimos que lo viviera especial. Le hicimos como pudimos una tarta de galletas y chuches que para encontrar sin huevo ni frutos secos, es un trabajo de investigación! En el super los trabajadores me miran pensando que estoy tramando algo de lo que me entretengo en los estantes!
Le entregamos también regalos de la familia que vive en Jaén y muy contenta todo el rato jugando con ellos. Pensamos que estando los 3 juntos disfrutándonos ya era una "celebración de la vida" y nos arreglamos para ir a comer por ahí. También merendamos con nuestra primísima y soplamos vela y el resto del día fue para "atender a los medios" como digo yo (por mi deformación profesional). Se portó muy buena haciéndole caso y hablando con quien le llamó, pues yo no daba mucha seguridad al respecto. Pero papá-Manu le leyó bien la cartilla y como es buena, surtió efecto.
Así es que muy contentos. Y luego pues la fiesta con bailes, pinta caras, un super castillo de bolas con toboganes y de todo y comida rica. ¡se comió su tarta de chocolate sin huevo estupendamente! Y el papá y yo con la baba caída. Así van pasando los años, los días cortos cortos, los juntas y hacen semanas, meses y años!
ya se van asomando los desafíos por el horizonte: un día le pega un bocado a una, otro día se esconde con la misma para no regresar del patio y volver loca a la seño, y otros días te echa una mentirijilla para conseguir cenar en el salón (su pasión). En fin, que aquí relajarse, lo que es relajarse, no te relajas! Pero es lo que más adoro en este mundo. Después de cuatro años estoy totalmente convencida de que lo mejor que he hecho en el mundo y mi mayor proyecto es ser madre y tener a mi Ana Belén. Así de básico y simple. ¿que por eso ya no voy a ser una estupenda profesional y mujer completa y diversa en todas las facetas? Pues no, pero desde luego esa es para mí la más importante y la mejor. Y como yo no soy famosa que deba de cuidar mi vida personal entre pinzas (como Cristina Cifuentes a la que vi anoche en una entrevista) lo digo bien claro. El trabajo es una manera de ganarte la vida porque hay que llenar el frigorífico y dentro del mismo, se pueden hacer cosas muy provechosas para la sociedad en general. Todos con nuestro trabajo aportamos algo al mundo (bueno, algunos trabajos depredan el mundo pero ahora no estamos en esas lides) y es un rato al día, el resto del día se trabajan en otros aspectos también muy importantes y por supuesto, gratificantes. Porque educar, criar y amar, ¿no es beneficioso para la sociedad? yo creo que sí.
Ahora que acabo de vivir una temporada bien dura con un aborto, el segundo en año y medio, a pesar del palo, me corroboro en que es un esfuerzo recompensado. Y mira que lo he pasado mal... y aunque asumo y estoy empezando a entender que igual Dios lo que quiere para nosotros es un modelo de familia con una sola hija, a pesar del dolor, sigo pensando que un bebé y un niño pequeño es lo más rico del mundo.
Dios bendiga mi suerte y la guarde.