LOS ÁNGELES QUE ME RODEAN

A menudo me he sentido sola, sin respuestas de las personas en las que yo ponía la esperanza, tirando del carro de las relaciones personales...
Sin embargo, gracias a la luz de vida que habita en mi seno y que es un privilegio, vuelvo a vivir entre otras sensaciones, esa magia de tener un halo de ángeles a mi alrededor.
Se trata del "círculo de las madres". Al tener la noticia de que estaba embarazada, un montón de todas las que me rodean comienzan a enviarme su energía para cuidarme. Todas te comprenden y saben en cierta medida, por dónde estás pasando.
Ese "saber ponerse en el pellejo de otras personas" lleva a que todas te protejan y quieran que tú te encuentres bien con las mismas cosas con las que elllas lo hicieron.
Me gustaría rendir homenaje en este post de mi "abandonado" blog a todas mis amigas que me han prestado sus cosas de mamá.
En primer lugar por la ayuda que supone no tener que ir a comprarlo, está claro. Pero sobre todo porque me siento muy protegida por ellas, porque me encanta saber que están pensando en mí, que se acuerdan de mí y que saben lo que necesito yo y Ana, claro.
De pronto se crea un círculo vicioso de amor en el que casi antes de emitir la necesidad verbalmente me leen el pensamiento!
Si digo que no me importa llevar ropa prestada, me vienen con las bolsas, si digo que me aprieta el cinturón del coche, me prestan el suyo de maternidad, si hablo de carros me dicen que cuente con su grupo 0... y así es como si Manu y yo no estuviéramos solos en Madrid, es que siempre tenemos ese calor y orgullo de poder decir: "me lo ha prestado una amiga". Y la verdad es que es grandísimo el valor que para mí esto tiene.
Pensar que han dormido con tanto cariño en la minicuna donde dormirá Ana Belén, otras criaturas tan amadas.. Además que supongo que sus padres preferirán darle uso a sus regalos e inversiones antes que tenerlos guardados.
Es un regalo de la vida que lo trae la cigüeña junto con otros regalos de la vida como es la propia luz de Ana.
Este homenaje no es ni la mitad de grande comparativamente a la felicidad y alegría que da saber que la gente se mueve por el corazón. Y supongo que son todas estas madres las que en círculo van promoviendo esa energía positiva que nos hace estar tan felices.
Gracias por pensar en nosotras y en nosotros. En ir por la calle y ver un escaparate o una estantería de una tienda y visualizar mi barriga o mi muñeca. Por pasarse horas enteras cosiendo un faldón, una toquilla, un traje, un babero. En el fondo, todos los niños son hijos de todos. Todos queremos amarles y protegerles. Sin darnos cuenta, actuamos de forma natural cuidando la propia naturaleza. Son hijos de la naturaleza y la gente buena así lo entiende.
Que Dios las proteja a través de mí y que a mí me siga protegiendo Dios con estas personas.