PUNCHI´S CORNER


Hablo desde el corazón y por la necesidad, como plumilla, de hacerlo. Para compartir una nota, una ilusión, un comentario. Periodista de título, con la lucha por la igualdad como profesión, pretendo compartir reflexiones y análisis de lo divino y lo humano desde la humildad de ser una persona anónima y la consciencia de que hay blogs mucho más profesionales y trabajados, aunque todos tenemos derecho a ejercer la libertad de expresión y las nuevas tecnologías lo facilitan.
Maternidad, alimentación, vida sana, moda, estilo de vida, política, cosas bonitas... Un poco de todo con afán de compartir.

jueves, 6 de septiembre de 2012

LO ANTINATURAL, RECHINA

¡¡Ya estamos de vuelta de las vacaciones!! Y qué alegría poder decir que volvemos a la oficina!!
Ahora hay que hacer un ejercicio de adaptación para volver a la normalidad.
Aquí es donde me cuestiono: ¿qué es la normalidad? Si tan facilmente nos acostumbramos a levantarnos tarde, comer a nuestra hora y en tiempo relajado, dormir la siesta y ver a la familia a diario... ¿no será que lo realmente saludable es estar en esa situación?
Desgraciadamente ya no vivimos en la era del trueque ni de la producción de huertas para el autoconsumo. Somos proletariado y acudimos a nuestras ratoneras para producir "algo" que nos reporta un sueldo para vivir cuatro raticos placenteros.
El caso es que ahora, en septiembre, la mayoría nos adaptamos.
Esta mañana, al llegar a la cocina de mi oficina con mi tentempie a cuestas me encontraba a una madre llorando por haberse separado de su bebé de 14 meses en la guardería. Ni que decir tiene que el bebé se había quedado a su vez, con la boca abierta y enseñándole su roja campanilla mientras gritaba. ¿Es natural desarraigar a un bebé de su entorno familiar? En la civilización productivista donde no eres nadie si no produces algo que te reporta dinero tangible, sí. Así estamos y así nos encontramos: si te quedas en tu casa para darle el desayuno al bebé tranquilo y acostarle a la siestecita en su cama al igual que para hacer comida a diario (nada de congelado) y para tener todo organizado eres un chupoptero/a. Es el bonito universo de las actividades reproductivas frente a las productivas. La eterna encrucijada a la que te enfrentas toda tu vida: ¿elijo no tener éxito de cara al público y ser anónima? ¿Elijo ser una "persona de provecho" y trabajar fuera? ¿Es imposible que tus seres queridos, necesidades privadas y domésticas, y las personas dependientes estén agusto mientras que tú también disfrutas del derecho al trabajo y de una profesión que te llena? ¿Realmente están mejor cuidados si lo haces tú que en la guardería?
En algunos ámbitos, este tipo de reflexiones se pueden llevar la contestación: "no hubieras tenido al niño". Y con esto te desayunas al llegar otra vez a la cotidianeidad.

Estos son los mantras que se van introduciendo en las neuronas en los días de adaptación mientras tú recuerdas los días naturales donde tu cuerpo entra suave y dulcemente en contacto con otras realidades. Esos maravillosos días en los que no tienes ni ganas de reivindicar porque todo se ajusta a lo que te apetece:
En el pueblo, en un patio con parra y lleno de pilistras que se riegan con manguera, es más natural que la regadera con cuidado de no manchar el parquet. Además, huele a jazmin y se tiende la ropa secándose al aire libre.


Naturaleza pura es la Caldera de Taburiente, en La Palma. El pico más alto, el Roque de los Muchachos, está a más de 2.800 metros de altitud. Las nubes están muy por debajo y la única melodía que te acompaña es el viento o murmullo de los árboles. Pero para poder acceder a un entorno así sólo se puede si estás de vacaciones o trabajas en el observatorio astrofísico. Afortunadamente, el/la que tiene vacaciones es porque está trabajando. No me olvido.


Para disfrutar de la vida y sentirse feliz no hay un método más rápido que una puesta de sol en la Bahía de Cádiz. En la barrosa, el sol se pone por detrás del castillo de Sancti Petri. Casualidades de la vida y caprichos del destino que en algunos puntos geográficos se ceba de lindezas y preciosidades como en este sitio. ¡Qué bien me adapto yo al cambio de vivir en Madrid y pasear por Gran Vía a viajar hasta Chiclana y pasear por Cádiz! Eso será porque es lo más natural...
Feliz cuesta de septiembre.

No hay comentarios: